Signo 5-16.

El refrán de Oshe Merindiloggun dice:

El arte da forma a mi vida.

En Oshe Merindiloggun te aconsejan:

Oshún, Orunla, Obbatalá, Elegguá, Oyá, Oggún, Odduduwa, Shangó, Babalú Ayé, Olókun, Ozaín, Ikú.

Entorno actual de Oshe Merindiloggun:

Usted se siente en tinieblas, su vida no continúa igual aun cuando le es difícil reconocerlo. Ha sido víctima de reemplazos sociales, sexuales, familiares, económicos y de salud.

Patakí. El oráculo del obbi.

Había un awó que se llamaba biague y tenía un hijo que se llamaba adiatoto. Todo lo que le había enseñado el padre era su único secreto que consistía en la manera de virar los cocos, pero como en la casa de biague había más muchachos, todos se tenían como hermanos. Pero adiatoto era su verdadero hijo que estaba muy chiquito; y los otros eran agregados que tenían bastante conocimiento y se pusieron en acecho para robarle los papeles al viejo, cosa que realizaron tan pronto se murió biague. Adiatoto quedo pasando trabajos, hasta que haciéndole falta al gobierno se puso en averiguación de sus dueños apareciendo muchos supuestos, pero ninguno presentaba las pruebas que en la escritura contaba, cuál era el secreto. Así que el gobierno se vio obligado en la necesidad de publicarlo por medio de sus voceros, pronto tuvo noticias adiatoto de que lo andaban buscando y al presentarle pidieron las pruebas, y como él solamente las tenia porque su padre se las había enseñado dijo: esto es mío, iré a las murallas que dividen las estancias y desde allí tirare los cocos a la plaza, y si caen boca arriba esa es la prueba que mi padre me enseño. Y así fue; al tirar los cocos todos correspondieron con alafia. Entonces el gobierno le hizo entrega de los terrenos que estaban usurpados.