Elegguá (también escrito como Elegua, Elewa, Elegba o Legba) es el más importante de los Orishas en la Santería. En su dualidad con Eshu existía antes y fue testigo de la creación mientras esta se desarrollaba por Oloddumare.

Él es la clave y principio para cualquiera de las prácticas religiosas en la Santería, ya que sin la bendición de Elegua nada puede proceder, transpirar, ni tener éxito en el mundo. Elegguá es el dueño de todos los caminos, cruces y puertas. Él es el poder que permite que todo el ashé en el universo se mueva de un punto a otro. Elegbá permite que nuestras oraciones lleguen a los Orishas. Elegbá permite que el ashé fluya en ebbó para que nuestro destino puede ser cambiado. Toma parte en la adivinación (diloggun, obbi, okpele o cualquier otra forma de adivinación), sirviendo de mensajero entre los Orishas y Oloddumare.

Elegua es la protección primera. Los no iniciados o aleyos deben recibirlo o consagrarlo como primero. Se convierte en un guerrero temible y feroz cuando se une a Oggún y Oshosi, nada lo detiene. Elegua es uno de los primeros Oshas u Orishas que se recibe. Es un Osha del grupo de Orisha Oddé, a los que se le llama Los Guerreros. El es el primero de los guerreros junto a Oggún, Oshosi y Osun. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. Es considerado el mensajero fundamental de Olofin.

Elegua se dice que está presente en todas partes y en todo momento. Debido a esto Elegguá tiene muchos aspectos o caminos que encapsulan cada uno una de las distintas áreas que gobierna. Elegguá es el sublime testimonio divino para todas las acciones de la humanidad. Él también es el primero en probar nuestra integridad y nuestra palabra. Debido a esta cualidad muchos seguidores de la Santería consideran Elegbá un embaucador o un alborotador. Pero es preferible pensar en él como el gran experimentador, siempre probando a la humanidad a ver qué va a ocurrir a continuación.

A Elegguá siempre se le propicia de primero en toda ceremonia (después de que los antepasados han sido honrados) para que pueda abrir el camino y nuestra ebbó llegue a su destino.

Elegua junto con Oggún, Oshosi y Osun es uno de los Orishas recibidos durante la recepción de los Orishas guerreros en la iniciación. Cada persona recibe Elegguá como el primer Orisha en su vida haciendo hincapié en la importancia de su presencia en nuestra vida espiritual y en la religión de la santería.

El Diloggun de Elegguá se usa para las lecturas generales ya que él puede hablar en nombre de todos los demás Orishas. 

Vive en la mayoría de los casos detrás de la puerta, cuidando el ilé de quien lo posee. Dueño absoluto de los caminos y el destino, es quien cierra o abre el astral para la felicidad o infelicidad de los seres humanos. Siempre se deebe contar con él para realizar cualquier cosa. Es el portero de la sabana y el monte.

Es un Osha que se asienta, va a estera el día del itá de Osha y habla por el diloggún. El signo principal del Olosha está determinado por su conversación y la del ángel de la guarda. También es el intérprete principal de las letras del sistema del oráculo del diloggún y juega un rol fundamental en los subsistemas del oráculo de Biangue o Aditoto. Es entregado por Babaloshas e Iyaloshas. Ha sido el único que ha ido y regresado del mundo de Ará Onú. Ganó suficientes privilegios de parte de Olofin, Obbatala y Orunmila para ser el primero en ser atendido. Su mano de caracoles es la mayor, ya que consta de 21, estos son también el número de sus caminos. Le pertenece por excelencia junto a Obbatala el oráculo del coco (Obí).

Saludo a Elegguá: ¡Laroyé Elegua!.

Collar de Elegguá: Comunmente de cuentas rojas y negras intercaladas o de 3 en 3.

Representación en la naturaleza de Elegguá: Su lugar sagrado en la naturaleza son: el monte, la encrucijada, en verdad Elegguá vive en todas partes (incluyendo el río, el mar, la cima de la montaña, etc.)

Números de Elegguá: 3 y 21.

Colores de Elegguá: Rojo y negro.

Días de Elegguá: El lunes y los días 3 de cada mes son sus días.

Herramientas de Elegguá: Eleguá se asienta en una otá (piedra), otá conchífera, de arrecife, otá con carga, caracol cobo con carga, un coco seco o de masa con carga. Se coloca en una vasija plana, sus atributos son los cascabeles, un garabato (bastón) de guayaba, una trampa de ratón, monedas, juguetes de niño como las bolitas, pitos, matracas, sombrero de guano o paja, una maraca pintada con sus colores.

Objeto de Elegguá: Garabato (bastón) de guayaba.

Diloggún en Eleggua: Elegguá habla por todos los odú por este pertenecerle, pero fundamentalmente lo hace por Oddi (7), Okana tonti Eyeunle (1-8) y Ojuani tonti Eyeunle (11-8).

Trajes de Eleggua: Elegua se viste con levita, pantaloncillos y un sombrero rojo. Los colores de estos deben ser combinando el rojo con el negro. Algunas veces, en vez de combinarse se utiliza todo a rayas rojas y negras. Todo el traje, especialmente el gorro, se ornamentan con bolitas y caracoles.

Ofrendas a Eleggua: A Eleguá se le inmolan chivos, gallos o pollos, pollitos, jutías, ratones negros o rojos. Su tabú son las palomas, pues lo debilitan, excepto a algunos caminos particulares donde si las admiten. Sus ewes son abre caminos, sabe lección, croto, algarrobo, alcanfor, almacigo, berro, albahaca, ají chileno, ají guao guao, álamo, atiponlá, almendra, pata de gallina, Ceiba, curujey, chichicate, bejuco guaro, jobo, peonía, peregún, maravilla, pica pica, raspa lengua, siempreviva, rompesaragüey, verdolaga, travesura, zarza blanca, pendejera, piñón botija, etc. Se le ponen caramelos, dulces, maíz.

Bailes de Eleggua: Cuando baja Elegua, este correrá y se pondrá tras la puerta. Entonces dará brincos y se contorsionará, haciendo muecas infantiles y jugando como los niños. Algunos de sus movimientos pueden ser muy eróticos. Le hará bromas a la audiencia y podrá desaparecer de la vista para aparecer en el momento menos esperado. Un paso característico es pararse en un pie y dar vueltas rápidamente. Siempre se le dará un garabato, lo utilizará para hacer mímica de abrir un camino a través de una tupida vegetación. Los otros danzantes imitarán sus movimientos, individualmente o en grupos en contra de las manecillas del reloj.

En el sincretismo se compara con el Santo niño de Atocha (1ro de Enero). Su celebración es el 6 de Enero y el 13 de Junio.

Hacer Santo Eleggua: Para coronar este Osha debe haber recibido antes a los Orishas guerreros. Luego durante la coronación se deben recibir los siguientes Oshas y Orishas.

Elegua, Oggún, Oshosi, Obbatalá, Oke, Yemayá, Ibeyis, Shangó, Ogué, Oshún y Oyá.

Características de los hijos de Eleggua: Los hijos de Elegguá son inteligentes y hábiles, pero poco escrupulosos. Son habladores y pueden vender hasta lo imposible si se les deja hablar. Son mujeriegos y poco caseros, les gusta la calle. Se inclinan a la corrupción, el timo, la estafa y las intrigas políticas, lo que les garantiza el éxito en la vida.


Pataki de Elegguá.

Obí(el coco) era puro, humilde y simple, por eso Olofin hizo blanca su piel, su corazón y sus entrañas y lo colocó en lo alto de una palma. Eleguá, el mensajero de los dioses, se encontraba al servicio de Obí y pronto se dio cuenta de que este había cambiado. Un día Obí decidió celebrar una gran fiesta y mandó a invitar a todos sus amigos. Eleguá los conocía muy bien, sabía que muchos de ellos eran las personas más importantes del mundo, pero los pobres, los enfermos y los deformados, eran también sus amigos y decidió darle una lección invitando a la fiesta no solamente a los ricos. La noche de la fiesta llegó y Obí, orgulloso y altivo, se vistió para recibir a sus invitados. Sorprendido y disgustado vio llegar a su fiesta a todos los pobres y enfermos. Indignado les preguntó:

–¿Quién los invitó?
–Eleguá nos invitó en tu nombre –le contestaron.
Obí los insultó por haberse atrevido a venir a su casa vestidos con harapos.
–Salgan de aquí inmediatamente –les gritó.
Todos salieron muertos de vergüenza y Eleguá se fue con ellos.
Un día, Olofin mandó a Eleguá con un recado para Obí.
–Me niego a servir a Obí –dijo Eleguá–. Ha cambiado mucho, ya no es amigo de todos los hombres. Está lleno de arrogancia y no quiere saber nada de los que sufren en la Tierra.
Olofin, para comprobar si esto era cierto, se vistió de mendigo y fue a casa de Obí.
–Necesito comida y refugio –le pidió fingiendo la voz.
–¿Cómo te atreves a aparecerte en mi presencia tan harapiento? –le increpó el dueño.
Olofin sin disimular la voz exclamó:
–Obí, Obí.
Sorprendido y avergonzado, Obí se arrodilló ante Olofin.
–Por favor, perdóname.
Olofin le contestó:
–Tú eras justo y por eso fue que yo hice tu corazón blanco y te di un cuerpo digno de tu corazón. Ahora estás lleno de arrogancia y orgullo. Para castigar tu soberbia te quedarás con las entrañas blancas, pero caerás y rodarás por la tierra hasta ensuciarte. Además tendrás que servir a los Orishas y a todos los hombres. Así fue como el coco se convirtió en el más popular de los oráculos.

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