Signo 7-2.
El refrán de Oddi Eyioko dice:
Viene la riqueza y nace el comercio.
En Oddi Eyioko te aconsejan:
Oshún, Elegguá, Shangó, Oshosi, Inle, Yemayá, Oggún, Babalú Ayé, Obbatalá, Odduduwa.
Entorno actual de Oddi Eyioko:
Viene la riqueza a través del comercio. Usted tiene conflictos, posee una guerra de ideas por posición, amorosas, familiares, laborales o de religión.
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Patakí. Abaniku el chacal.
Aconteció una vez, que un chacal llego a una ciudad situada en el lindero de la selva. los perros de la ciudad en cuanto descubrieron al chacal, se lanzaron contra el ladrando. tan asustado estaba el chacal, que huyendo de los perros de un salto entro en la casa de un tintorero, como iba ciego de terror, no vio donde se metía y fue a caer, en una gran cuba, llena de azul de índigo, que había preparado el tintorero. con muchas fatigas, consiguió el chacal salir de la cuba de tinte y se dispuso a esperar su fin, temblando de angustia y miedo ante los perros. Pero los perros retrocedieron. Ante ellos no vieron al chacal que habían estado persiguiendo, ante ellos aparecía algo desconcertante: un chacal azul, los perros metieron el rabo entre las patas y se marcharon.
El chacal aprovecho la oportunidad y huyo a la selva. Desde aquella aventura, quedo convertido en un chacal azul, pues el tinte índigo se le había fijado bien en su cuerpo. Todos los animales de la selva cuando lo veían pasar retrocedían espantados. ellos nunca habían visto en la selva un animal semejante, incluso el tigre, la pantera, los osos y los lobos, huían al ver al chacal. Todos se decían, ay de nosotros, de donde vendrá ese ser desconocido. No sabemos lo fuerte y poderoso que podrá ser, quien sabe si nos matara a todos. El chacal aprovecho la oportunidad que se le presentaba al ver que todos le temían y se puso a pensar en la forma de sacarle provecho a esta situación. Llamo a los animales que huían desconcertados ante él y les dijo: no huyáis, no me temáis. El dios de los animales me ha llamado esta noche ante su presencia y me ha hablado así, puesto que los animales no tienen rey, el me ha elegido a mí, para que reine sobre mis hermanos de la selva.
Así fue como el chacal quedo como rey de todos los animales y su sobrenombre fue abaniku. Cuando abaniku hubo dicho esto, se le acercaron los animales. el tigre de piel rayada hablo humilde en nombre de todos diciendo: señor y soberano, danos ordenes y te obedeceremos. a cada animal le dio un cargo con excepción de los de su misma especie a los cuales los desterró sin darles ninguna explicación. El chacal vivía sin preocupaciones y en medio de la abundancia. el tigre y las demás fieras iban de cacería y le traían las mejores piezas, poniéndoselas a sus pies, pero él las repartía como conviene a un buen soberano, dando una parte a cada animal de su corte. un día estando en el consejo de estado, oyó a lo lejos el aullido quejumbroso de unos chacales, abaniku se quedo hecho una pieza, erizo toda su piel azul. los ojos se le llenaron de lagrimas y antes de que pudiera pensar lo que hacía, se le escapo un estridente aullido, en respuesta a los lejanos chacales.
El tigre y todos los demás animales, se estremecieron y dijeron: es el aullido de un chacal, un miserable chacal. Nos ha engañado, murmuraron los demás animales, que hasta entonces habían sido sus súbditos. Acto seguido lo atacaron furiosamente, lo mataron y lo devoraron.
Nota: El que renuncia a sus amigos y traba amistad con los extraños morirá como abaniku el chacal.